No te olvides darle un simple baño de agua a tu ortodoncia, nada más quitártela, para mantenerla siempre limpia, fresquita y con buen sabor. Dos veces al día, después de comer y cenar, cepíllala bien con un cepillo de dientes, para eliminar los restos de placa que se puedan acumular de forma normal.
Así, siempre podrás disfrutar de una ortodoncia limpia y sana mientras arregla tus dientes 🙂